El mural se inspira en la elegancia de los diseños japoneses tradicionales, reinterpretados a través de la vegetación española y enriquecidos con un giro contemporáneo. La composición equilibra el ritmo refinado de la estética japonesa con la calidez orgánica de la flora mediterránea, dando lugar a una obra que resulta a la vez atemporal y moderna. Un diálogo entre culturas, el mural es tanto un homenaje a la tradición como una celebración de nuevas perspectivas en el arte decorativo.

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